El taller y la recreación de lo cotidiano:introducción de María Elena Rodríguez, textos de Mabel Vega

 La creación en el taller rompe las barreras de lo virtual y de lo meramente literario, se entrelaza con vivencias, recuerdos, personajes de un pueblo. Fue lo que sucedió cuando leímos y comentamos el poema de Alfonsina Storni "¿Qué diría la gente?". En él la autora plantea una serie de preguntas retóricas sobre la opinión de la sociedad si ella se vistiera o peinara o actuara de forma diferente a lo que dictan las convenciones sociales, de forma un tanto desafiante o por lo menos distinta a los demás.

A partir de ese poema el desafío fue construir un personaje que se apartara de lo común y ello llevó a Mabel Vega a reconstruir una figura que caminó y caminó por las calles de nuestro pueblo y fue muy conocido por los vecinos: el loco Julián.

En los talleres siguientes estudiamos el género epistolar en la literatura, planteando como consigna ponerse en la piel del personaje creado y escribir una carta.

A continuación lo escrito por Mabel Vega:


19:43 (hace 14 minutos)


El Loco Julián  

 

Ojos de un azul intenso, mirada vivaz, el hablar rápido y caminar nervioso. Ropa gastada, una vieja boina en su cabeza canosa, alpargatas rotas, semidescalzo, con una calderita deteriorada en una mano y un mate en la otra recorría los barrios del pueblo saludando y hablando solo, siempre al servicio de su mente fatigada pero activa en un intento tardío por ahuyentar los miedos. Ojalá no recordara lo que perdió, los abrazos que no tuvo, el abandono incomprendido.

Por momentos parecía un niño, otros un maestro o un ser iluminado dando tan sólo con su presencia un mensaje directo a la conciencia de los demás. Y recogía mucho más que migajas: un saludo amable, un trozo de pan, una charla breve en cualquier calle, una cebadura de mate, un pan con mortadela, hasta una bonita interpretación al piano que a su pedido le hacía una vecina  y él disfrutaba con alegría de inquieta mariposa.

-"Julián plata no quiere, Julián plata no quiere" solía decir a su paso por todo el pueblo.

Su nombre verdadero era Justo.

Pobre en pertenencias materiales pero muy agradecido de corazón dio a quien lo conoció un valioso ejemplo de humildad, honradez y generosidad, mucho más que tanta gente que se decía cuerda en aquel pueblo carolino. Julián daba lo que sabía. Con una asada al hombro a veces se ofrecía a cortar el pasto en veredas y cunetas sin aceptar dinero por ello.

Había nacido en enero de 1919, hermano de 7 hijos más, oriundo de José Ignacio, muy joven se mudó a San Carlos, solo. Hay versiones diferentes del motivo y su soledad.

Trascendió un día cuya fecha no sé, al descanso eterno. En la necrópolis carolina descansan sus restos, tumba 350.

Vecinos solicitaron en el año 2000 que una calle tuviera su nombre, Justo Suárez.

Hago aquí homenaje a esta figura carolina muy querida, un personaje en el pueblo que con bocanada de aire fresco compartieron anécdotas y yo mis recuerdos de verlo en casa de mi abuela paterna de charla con ella y mis padres, mi prima María Luisa y amigas de la adolescencia: Marina, Verónica, María del Huerto, Viviana, Judith y Susana.

Loco Julián, dejaste una enseñanza impensada por ti de generosidad con dignidad, en ese pueblo chico entonces, donde todos nos conocíamos y tu recorrido diario nunca faltaba...



    14 de junio de 2023 

CARTA DE JULIÁN    

 

Vecinos: 

            ¡Ya salió el Sol y yo no encuentro mis alpargatas! Quiero ir a ayudarlos si tienen un mandado que hacer o si quieren les carpo una cuneta, me lo piden y yo lo hago. Llevo mi asada, mi mate, y mi caldera por si me dan yerba, porque Julián plata no quiere, Julián plata no quiere.

Si me dan ropa yo contento porque es duro el frío, es duro...Ya voy, primero el barrio La Cuchilla y sigo hasta el arroyo, yo camino y los saludo a todos. Ustedes vecinos, son buenos conmigo pero algunos gurises me tienen miedo y otros se ríen de mí...Julián respeta, Julián ayuda y camina, con los pies mojados por el rocío del pasto pero no importa, Julián conversa con todos y eso le gusta.

Cuando el sol mañana vuelva a salir, Julián andará otra vez por ahí.

 

                   Julián

 


Comentarios

  1. ¡Excelente! El relato me llevó al lugar y a ver a Julián, a hablar con Julián

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